Los medios de comunicación nunca fueron más fuertes que en la actualidad, ya no hablamos de procesos complejos, en que solo un segmento de personas cuenta con las capacidades y habilidades de divulgar información. Hace 30 años era inimaginable contar con tanta información a la distancia de un ‘click’, hoy parece que nada es más importante que pertenecer y permanecer dentro de una comunidad segmentada y diseñada para disparar información cual rifle en medio de la guerra.

¿Por qué asemejar una cosa de otra? La verdadera situación actual, de medios, de redes, de información pareciera estar en crisis, ahora no parece importar de donde viene, sino que impacto tiene; la veracidad pasa muchas veces a un plano casi inexistente y lo que leemos en Facebook define nuestra cotidianidad. Creemos que bajamos el azúcar si nos paramos de cabeza mientras tomamos agua con limón y aunque en generalidades pareciera hasta inocente lo que leemos, la realidad es que la palabra “peligro” se encuentra escrita en letras mayúsculas invisibles.

Los medios de comunicación tradicionales se encargaron de ahuyentar a los espectadores, las comunidades han criticado filiales políticas, favoritismos, censura y demás factores que han provocado la lejanía entre medios y comunidades; también se tiene en cuenta que el crecimiento del mundo digital ha permitido que los usuarios tengan siempre a la mano lo que desean conocer. El tema no está en disminuir la importancia del rol que cumplen las redes sociales en la actualidad, sino simplemente navegar más a fondo dentro del océano inmenso de la globalización en lugar de quedarnos a la orilla.

La web 4.0 nos otorgó la libertad de informar e informarnos de cualquier tema, hablar desde conocimientos y experiencias precisamente para mostrarle al mundo más de una visión sobre un solo tema; el problema no está aquí, pues los seres humanos tenemos la naturaleza de adaptarnos en cualquier espacio que se encuentre al frente, la verdadera situación es que no se comprende la responsabilidad que se encuentra inmersa en el uso de plataformas e información, hasta el punto de que actualmente vagan miles y miles de noticias falsas en la web y cada día parece más difícil fijar la veracidad en los contenidos.

Evolucionamos tecnológicamente a medida que involucionamos como seres humanos y nos es otorgarles un valor negativo a las plataformas, porque precisamente fueron creadas como herramientas para un sinfín de actividades importantes; la crítica es más hacia el rol de nosotros como usuarios frente al uso de esas herramientas, las estamos desgastando y el día menos pensado nuestra decisión, visión e independencia serán opacadas por un mundo que es superior a nosotros. No deberíamos estar dispuestos a repetir historias trágicas que nos han definido como sociedad desde hace décadas, no deberíamos tropezar todos los días con la misma piedra en el camino de la vida; lo derrumbaríamos si nos propusiéramos a conocer lo que sucede alrededor, a comenzar por individualidad a hacer uso de los diferentes canales que tenemos a la mano para visibilizar los temas importantes, las verdades, las injusticias y las necesidades, así llegaríamos a la colectividad; aunque sabemos por dicho local que una sola golondrina no hace verano, no sabemos cuántas aves más estén dispuestas a seguirnos si tomamos la vocería.

Naveguemos en medio de piedras y remolinos, ahoguémonos de vez en cuando, pero salgamos siempre a flote y así al final del recorrido encontraremos un barco que nos de la respuesta a esa pregunta… ¿aún tenemos el control?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Facebook
YouTube
Instagram