Los camioneros en Colombia han decidido alzar su voz ante lo que consideran un golpe devastador para su sector: el aumento del precio del ACPM. Este viernes 30 de agosto, las principales ciudades del país serán escenario de protestas pacíficas convocadas por la Asociación Colombiana de Camioneros (ACC) y respaldadas por transportadores de buses urbanos, rutas escolares y conductores de turismo intermunicipales.
El motivo central de la protesta es el incremento del 63 % en el precio del ACPM, que, según los transportadores, representa una «ruina económica» para el sector. A pesar de las negociaciones previas con el Gobierno Nacional, las conversaciones no han dado fruto, y los transportadores aseguran que el impacto del alza en los fletes y en sus labores diarias será insostenible, afectando entre un 20 % y un 30 % de sus costos operativos.
Henry Cárdenas, presidente de Fede Transcarga, ha expresado la profunda preocupación del gremio, señalando que el 99 % de los transportadores no están de acuerdo con el aumento del ACPM. «La economía ha declinado, y nosotros, como transportadores, tenemos menos carga para movilizar», indicó Cárdenas en una declaración que refleja la incertidumbre y el descontento generalizado en el gremio.
La movilización se realizará en forma de caravanas en diferentes ciudades del país, y los camioneros invitan a otros sectores afectados a unirse a la causa. A través de su cuenta oficial en X (anteriormente Twitter), la ACC ha estado convocando no solo a camioneros, sino también a transportadores de otros sectores, en un llamado a defender sus derechos ante lo que consideran una medida abusiva.
El descontento con el alza del ACPM no es nuevo. El pasado 17 de agosto, se llevó a cabo una reunión entre los representantes del sector y el Ministerio de Hacienda, donde se discutió el incremento inicial del combustible. El gobierno propuso un aumento de 3.000 pesos para este año, seguido de otro incremento similar en 2025, lo que llevaría el precio del galón de ACPM a un rango entre 15.000 y 16.000 pesos.
Este aumento ha generado una reacción de rechazo entre los transportadores de carga, quienes consideran que las nuevas tarifas no solo encarecen su operación, sino que también los dejan en una posición desfavorable en términos de competitividad en el mercado. Alfonso Medrano, presidente de la Cámara Intergremial del Transporte (Unidos), afirmó que la decisión final sobre el incremento quedó en manos del gobierno de Gustavo Petro y que ahora el gremio espera una respuesta que contemple las dificultades económicas que enfrentan los transportadores.
Los efectos de la crisis del transporte se sienten a lo largo y ancho del país. Con un mercado de carga en declive y precios en alza, los camioneros ven cada vez más difícil mantener a flote sus operaciones. Las protestas de este viernes buscan ser una muestra de unidad y resistencia ante lo que consideran una crisis que podría tener graves repercusiones para toda la economía nacional.
La Cámara Intergremial del Transporte ha advertido que, si no se encuentra una solución viable, las protestas podrían escalar, lo que afectaría el normal desarrollo de las actividades de transporte en Colombia. Por ahora, los camioneros hacen un llamado al diálogo y esperan que el Gobierno escuche sus reclamos y proponga una alternativa que alivie la carga financiera que actualmente enfrentan.
En medio de esta situación, el país se prepara para una jornada de movilización que busca visibilizar los problemas que enfrenta el gremio de los transportadores y exigir medidas concretas para garantizar su sostenibilidad en un contexto económico cada vez más difícil.
Por: Juan David Sánchez
Periodista