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Cómo la mitología griega del Ave Fénix que resurge de las cenizas, así vuelve una realidad el renacer de los frailejones del Páramo de Berlín ubicado en el departamento de Santander luego que esté hermoso paisaje fuese atacado por un voraz incendio forestal en el mes de enero de este año en curso.

Esperanza, es lo que se respira nuevamente, el incendio que sucedió específicamente en Tona, Santander del Páramo, arrasó 400 hectáreas por 4 días de bosque virgen, pero 40 de ellas fueron de solo frailejones.

Era como un cementerio que se veía oscuro, lleno de cenizas, quemado, incinerado y totalmente dañado ha vuelto a renacer. Ahora luego de hace un mes de lo sucedido es un valle que está floreciendo poco a poco.

En su momento campesinos de la zona y expertos, dijeron había que darle tiempo a que este ecosistema que se recuperaría progresiva y naturalmente.

Un análisis realizado por expertos de la Universidad Industrial de Santander, UIS, en su momento, manifestaron que, al estudiar la planta incinerada y afectada se descubrió que la parte de afuera se quemó en su totalidad, pero el cogollo, que está al interior aún seguía con vida y captando agua, principal función que cumple este ejemplar propio de los páramos de Colombia.

Los frailejones han vuelto a resurgir, ahora ese valle oscuro no se ve tan gris, pues se registra cómo la especie que está saliendo a flote y brotando agua de la misma. Un avance natural que ha sido majestuoso y aplaudido como una victoria de la propia naturaleza.

La explicación de los expertos a esta noticia es que, como están a alturas superiores a los 3.000 metros y con temperaturas muy bajas, esta planta genera un mecanismo de protección en la parte apical, que se trataría de una especie de armadura de hojas con las que protegen sus áreas vitales y sensibles.

“En las imágenes que nos han enviado se puede apreciar que en el suelo hay unos rebrotes de unas especies de gramíneas propias de la zona, estos tallitos es importante que sigan su trascurso natural. En caso de que la población civil o curiosos con buenas intenciones quiera verificar la recuperación del páramo, muy posiblemente van a pisar esta vegetación que está creciendo; es importante que no se visite la zona y se deje recuperar para que estas especies rastreras que están protegiendo el suelo tengan la posibilidad de desarrollarse tranquilamente”.

“Hay frailejones de 100, 200, 300 años en esta área que son los que se encargan de hacer captura del agua para que luego se generen fuentes hídricas y finalmente se consuma”, explicó Juan Carlos Reyes, director de la autoridad ambiental, CDMB, cuando se conoció la tragedia de la incineración de la planta.

Luis Fernando Cáceres, director de Biótica Consultores, dice que el frailejón puede almacenar 100 o 200 litros de agua y liberarla de manera paulatina al suelo del páramo.

Aunque todavía haya conmoción entre las autoridades y la misma comunidad, se debe empezar a trabajar en la evaluación de los daños para saber cuánto tiempo tomará aliviar el terreno.

Fuente: El espectador
Foto vía: El espectador

Por: Yessenia Pamela Torres
Lcda. Comunicación Social – Periodista

 

 

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