- La liberación se llevó a cabo con el apoyo de la Corporación Autónoma Regional de La Guajira (Corpoguajira), que acompañó el operativo de llegada y traslado de las aves hacia su lugar de retorno a la libertad.
En el área protegida Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) Musichi, que se ubica en el departamento de La Guajira, 18 flamencos rosados (Phoenicopterus ruber) que fueron rescatados de tenencia ilegal, regresaron a la libertad luego de más de un año de trabajo de rehabilitación por parte de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR).
Los animales fueron trasladados en un operativo, que incluyó un traslado terrestre desde el municipio de Tocaima, Cundinamarca, hasta Bogotá, donde embarcaron en un avión C-295 del Comando Aéreo de Transporte Militar CATAM de la Fuerza Aeroespacial de Colombia, que los transportó a su destino en el caribe colombiano.
Indica la CAR que algunas de las aves habían soportado hasta nueve años de cautiverio. “Fueron rescatadas en predios privados, incautadas durante su intento de comercialización y otras entregadas voluntariamente por ciudadanos que desconocían que la tenencia de esta especie es ilegal”, explicó Juan Esteban Ardila, médico veterinario de la Dirección de Evaluación, Seguimiento y Control Ambiental de la CAR.
Los animales rescatados que necesitan atención médica especializada son trasladados al Centro de Atención y Valoración (CAV) de fauna la CAR, ubicado en el municipio de Tocaima, donde se completó la rehabilitación.
Para evitar el contagio de enfermedades o parásitos adquiridos en cautiverio, los flamencos fueron puestos en cuarentena durante su proceso de rehabilitación. Posteriormente, fueron divididos en grupos según su nivel de apego a las personas, su comportamiento y su salud física y nutricional.
Después de este proceso y cuando se constató que ya estaban listos para su hábitat natural emprendieron el camino a la libertad. Fueron más de mil kilómetros de distancia los que recorrieron los flamencos hasta su nuevo hogar, donde ahora podrán continuar su vida acopladas de nuevo a su hábitat natural.
Por: Paula Alfonso
Comunicadora – Periodista
Fuente e imagen: Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, CAR