Tan solo a un día de finalizar el año 2021, recibimos un regalo anticipado de año nuevo por parte del Senado de la República de Colombia, la publicación de la ley 2173 o mejor conocida como la ley del árbol es una normatividad que busca que todos hagamos parte de la restauración ecológica a través de la siembra de árboles en los municipios de Colombia, contribuyendo así al cambio y a la conciencia ambiental que tantos necesitamos.

En primera instancia, la ley faculta a los municipios para que definan áreas de vida dentro de su territorio. Las áreas de vida son zonas geográficas destinadas exclusivamente a la restauración ecológica y a la siembra de árboles nativos. En este hecho se encuentra la primera oportunidad de cambio, debido a que los futuros planes de ordenamiento territorial se deben concebir desde una óptica diferente, en caminada a la conservación y el crecimiento de áreas verdes, y no desde la óptica tradicional de establecer zonas de expansión destinadas exclusivamente a la construcción de majestuosas obras pensadas para el lucro de unos pocos, y amparadas en la tradicional y falsa excusa de que contribuyen al desarrollo de los municipios.

Las empresas medianas y grandes del país asumen un papel protagónico con esta normatividad, debido a que estas  son las principales aliadas a la hora de generar conciencia ambiental, y se vuelven aliadas debido a que cada año deben  sembrar un mínimo de dos árboles por cada uno de los empleados que hagan parte de su nómina; y es de recordar que en Colombia una empresa mediana es aquella  que tienen activos superiores 501 SMLV y mas de 51 empleados, y una empresa grande es aquella que cuente con activos de más 5.001 SMLV y más 201 empleados. Por tomar un ejemplo con tan solo una empresa de 200 empleados se van sembrar 400 arboles en un año y en 5 años serían 2.000 árboles, y son estas dinámicas legales las que van permitir que las empresas ya no solo sean agentes sociales y económicos, sino que también se vuelvan agentes ambientales y de conciencia social.

Nosotros los ciudadanos también formamos parte de la ley, porque cada persona que desee reforestar recibirá un certificado por parte de la secretaria de ambiente de cada municipio denominado CERTIFICADO SIEMBRA VIDA BUEN CIUDADANO; y no es un solo reconocimiento por una labor de impacto, sino que también otorga descuentos en trámites de matrículas de universidades, legalización de documentos, trámites de registros civiles, expedición de tarjetas profesionales, descuento en el pago de servicios públicos y muchos más beneficios.

Estamos ante una ley que ha tenido en cuenta a cada unos de los actores de la sociedad para formar parte de la nueva conciencia ambiental en Colombia, todo lo que se ha descrito en estas línea es de gran interés e importancia, pero lamentablemente hasta el día de hoy, ya son casi 15 meses en donde no hemos podido aprovechar los beneficios de esta ley debido a lo contemplado en el articulo 19 de  la misma “El Ministerio de Medio Ambiente reglamentará la presente ley y establecerá las excepciones para el cumplimiento de la misma, dentro de los seis (6) meses después de la expedición de esta ley”.

Con el fin de entender el ¿por qué? No contamos todavía con el decreto reglamentario se radicó un derecho de petición No 40042023E2007537 ante el Ministerio De Ambiente y Desarrollo Sostenible.  En donde el ministerio expresa que la ley se encuentra en la dirección de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos, atendiendo las observaciones dadas por la Oficina Jurídica del Ministerio, y una vez superado este proceso debe contar con el visto bueno del Viceministro  de Políticas y Normalización Ambiental, y debe contar nuevamente con el aval de la oficina Jurídica, Como se pude apreciar después de casi 15 meses aún no hay una luz para este decreto y muy seguramente todavía falten meses para el mismo. Y la falta de celeridad y la burocracia de las entidades estatales, nos quiten las oportunidades reales de transformación.

 

Vengo de Cajicá de un municipio lleno de alegría, de gente trabajadora y apasionada, Un municipio que hace unos años contaba con grandes espacios verdes y una tranquilidad sin igual, pero que hoy en día ya no es el pueblito de antes sino una ciudad de grandes edificios y pequeñas calles. Una ciudad que desde hace unas décadas sacrificó la idiosincrasia de su pueblo y sus espacios verdes, por un plan de crecimiento sin planeación y que hoy en día nos tiene con problemas de agua, movilidad, transporte y seguridad. Tan solo el 20% del municipio son zonas verdes y algunas de estas zonas son sitios de aprovechamiento forestal para privados.

Por lo descrito en líneas anteriores considero que la ley de Árbol es una oportunidad para mi municipio que pide a gritos, no más construcciones, es la oportunidad que tenemos de mantener e incrementar nuestras zonas verdes, de recuperar los espacios hídricos del municipio y sobre todo el de poder retribuir en algo todo lo que hemos recibido de nuestro entorno. Agradezco estos espacios que me permite multiplicar esta lucha que se realiza no solo para Cajicá sino para todos esos municipios que todavía tiene la oportunidad de mitigar los efectos negativos de un crecimiento desordenado en sus construcciones, que al final de todo tiene un efecto negativo del entorno…. Y espero que este mensaje llegue al Ministerio de Ambiente y al Gobierno Central para que se agilicen los procesos y podamos contar con la oportunidad de cambiar y mejorar nuestro medio ambiente.

Por:

Juan Camilo Bello Alonso un ciudadano preocupado por su gente y su entorno.

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