Saboyá (Boyacá) 22 de julio de 2022.  

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) anunció que adelantará varias acciones para salvaguardar una nueva especie de frailejón descubierta en la parte más alta y húmeda del Páramo de Saboyá, también conocido como Páramo de Telecom.

Se trata de la Espeletia saboyana, una especie identificada por investigadores del Instituto Humboldt y del Laboratorio de Ecología Alpina del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia.

Tras el hallazgo, funcioanrios de la CAR adelantaron una visita al páramo junto con María Teresa Becerra, coordinadora de la agenda de páramos del Instituto Humboldt y coautora de la investigación, quien advirte que la planta está altamente amenazada, por esa razón la Corporación decidió adoptar medidas de protección.

De acuerdo con la investigadora, la transformación de su hábitat por actividades como el pastoreo de ganado y la desecación y drenaje de los terrenos en donde fue hallada, así como la baja densidad de individuos juveniles y la colonización de especies invasoras como el retamo espinoso (Ulex europaeus), generan un riesgo latente para este frailejón que se distribuye exclusivamente en esta región boyacense.

En este sentido, Jahanna Castro, directora de la oficina regional de la CAR Chiquinquirá, aseguró que la entidad intensificará los operativos contra el pastoreo de ganado en la zona y se realizarán acercamientos con el alcalde de Saboyá, el Ejército Nacional y la comunidad de la región para coordinar jornadas de limpieza dentro del páramo.

“Adicionalmente, vamos esclarecer la propiedad de los predios para establecer, en caso de que sean privados, si se pueden comprar para conservación por su interés hídrico”, dijo Castro.

La funcionaria agregó que otra posible alternativa que estudiará la CAR es la creación de un vivero de frailejones en alianza con instituciones como el Ejército Nacional.

“La idea es cultivar especies propias de los páramos de esta región, incluyendo la recién descubierta, para sembrarlas una vez se hagan las limpiezas de los predios”, destaca.

Entretanto, César Talero, ingeniero forestal de la Dirección de Recursos Naturales de la CAR e integrante del grupo de biodiversidad, recordó que la Corporación en convenio con la Universidad Javeriana realizó un plan de manejo y conservación de las especies de Frailejón existentes en los seis complejos de páramo que hacen parte de la jurisdicción de la CAR.

“El plan establece las líneas de acción tendientes a solucionar las problemáticas de conservación de los frailejones, a partir del manejo de la información y la gestión en los territorios”, expresó el funcionario.

También afirmó que en todos los procesos de conservación de ecosistemas estratégicos es fundamental contar con la participación de las comunidades.

“Las recomendaciones que plantea el plan y el Instituto Humboldt son claras. Se debe conocer el ecosistema y la dinámica de la especie dentro del mismo. Una vez se tenga esa información es importante gestionar, con el concurso de la comunidad, las medidas que vamos a implementar en pro de la preservación”, recalcó

Aí mismo, Talero considera que la aparición de una nueva especie de frailejón en territorio CAR es un motivo de orgullo para la Corporación y, a la vez, un incentivo para seguir gestionando alternativas de solución a sus principales problemáticas.

Sobre el nuevo Frailejón

De acuerdo con María Teresa Becerra, en todo el Complejo de Páramos de Iguaque-Merchán fueron encontrados cerca de 50 parches que ocupan un área inferior a 60 hectáreas.

“Con el doctor Jesús Mavárez, investigador del Laboratorio de Ecología Alpina del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia, trabajamos desde hace tiempo en la revisión del género Espeletia en Colombia y para una de las salidas de campo decidimos ir a conocer los páramos de Saboyá, luego de un evento trágico ocurrido en agosto de 2019, en el que un conductor de tractor arrasó con más 300 frailejones”.

“Tras la visita encontramos una especie que en algunas partes denominaban Espeletia Grandinflora. Sin embargo, nos dimos cuenta que era una clase distinta a la reportada”, explicó Becerra.

La investigadora afirma que, bajo esa hipótesis realizaron mediciones de las hojas, la inflorecencia (flores), los capítulos frescos y cada una de las partes de ese frailejón, incluida la altura.

“Las comparamos con unas especies que son similares: la Espeletia murilloi y la Espeletia incana. Con esas dos especies hicimos exactamente lo mismo, medimos todas sus partes y nos dimos cuenta de que tenían diferencias significativas”. 

Por esa razón, llegamos a la conclusión de que esa especie hallada en Saboyá no había sido descrita para la ciencia, que únicamente se encontraba en esa región y que requiere de zonas húmedas para desarrollarse”, informó la investigadora.

“Nos preocupa que solo hay dos parches que pueden ser saludables: uno tiene, más o menos, tres hectáreas y otro dos. En estos fragmentos hemos encontrado que, aunque hay un gran número de frailejones altos (hasta de 7 metros), también existe bastante intervención”.

“Hallamos chusques, helechos, retamo espinoso, acacias y pastos altos que limitan la aparición de retoños. Si estos parches siguen desecándose o continúan aumentando las especies que les compiten por el ecosistema, los frailejones van a quedar más restringidos y pueden empezar a morir por los cambios en las condiciones de su hábitat”, advierte Becerra.

Para la investigadora es fundamental entender cómo funciona este humedal hidrológicamente para determinar las acciones que permitan la recuperación su flujo de agua. Adicionalmente, cree que es clave controlar las especies invasoras, detener la canalización y desecación de la zona, y excluir las actividades ganaderas para evitar que las vacas se coman los pocos frailejones pequeños que existen.

Fuente: Comunicaciones CAR

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